La vida a veces cambia tan rápido y con golpes extraños a uno mismo, a los demás y a los que faltan, te vuelve a enseñar el milagro que es la vida.
Y se que muchas veces dejamos de agradecer el don de vivir, el hecho de respirar, la gracia de sentir, la bendición de expresarnos; hasta el dolor que produce vivir....Dejamos de agradecerle a Dios...Y todo porque es mucho más fácil acomodarnos o dejarnos llevar por la corriente, a dejar la vida pasar y a decir mañana ¡Mañana! Cuando puede no haber un mañana, cuando he podido hacer un bien y tan solo dije Mañana!
Pero hace un tiempo la vida con dolor, golpes y pruebas me ha dado fuerza, me ha recordado que soy capaz y me ha hecho sentir de nuevo lo que es ser hija de Dios y he sido feliz! Feliz con mi alma, decidida en mi vida, orientada al camino de mi búsqueda por realizarme, por formarme como mujer, como humano, como una persona que ha disfrutado y sabido vivir y más que ello: que ha luchado por vivir!!
He crecido y ahora debo aprovechar y emplear lo aprendido.
Y definitivamente el mundo no acaba... tan solo vuelve a comenzar...
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